El mantenimiento de una presa en Chiapas lleva al río Grijalva a tener niveles mínimos de agua

El embarcadero de Chiapa de Corzo, un lugar turístico y famoso para quienes llegan con la intención de recorrer el Cañón del Sumidero, en el Estado de Chiapas, ha quedado estos días totalmente inoperable. Decenas de barcas están ancladas a la orilla y en lugar de agua, reposan sobre kilómetros de tierra en la que se puede caminar. Desde el pasado 27 de febrero, la Comisión Federal de Electricidad (CFE) comenzó los trabajos de mantenimiento en la presa Chicoasén II, y cerró las compuertas de otras dos presas —de las cuatro que existen en el complejo hidroeléctrico de la región— por lo que el cauce del río Grijalva ha sido desviado y presenta niveles mínimos de agua.

Las cinco cooperativas de lancheros que existen en este complejo turístico han sido gravemente afectadas, pues la navegación es imposible con el nivel actual del río. Estas afectaciones se deben al cierre de las presas La Angostura y Chicoaisén I, y a los trabajos que la CFE lleva a cabo en Chicoasén I